Los Antibióticos.
Son
medicamentos potentes que combaten las infecciones bacterianas. Su uso correcto puede
salvar vidas. Actúan matando las bacterias o impidiendo que se reproduzcan.
Después de tomar los antibióticos, las defensas naturales del cuerpo son
suficientes.
Inicialmente solo se
consideraban antibióticos aquellos compuestos procedentes de hongos o bacterias
que resultasen tóxicos para otros microorganismos, pero hoy en día ya existen
antibióticos sintéticos (creados por el hombre).
Antes del descubrimiento de los antibióticos, se trataba a los pacientes con compuestos de mercurio y dejando la fiebre, que en realidad es un mecanismo de defensa contra las infecciones tanto bacterianas como virales.
Antes del descubrimiento de los antibióticos, se trataba a los pacientes con compuestos de mercurio y dejando la fiebre, que en realidad es un mecanismo de defensa contra las infecciones tanto bacterianas como virales.
Se pueden Clasificar en dos Grandes Grupos:
Bactericidas
|
Bacteriostáticos
|
- Alergia.
Muchos antibióticos producen erupciones en la piel y otras manifestaciones
de alergia (fiebre, artritis, etc), en un pequeño número de personas
predispuestas.
- Disbacteriosis. Al
eliminar también bacterias "buenas" (de presencia deseable en el
tubo digestivo) pueden producir dolor y picor en la boca y la lengua,
diarrea, etc.
- Sobrecrecimientos.
Algunos antibióticos eliminan unas bacterias pero hacen crecer otras
bacterias u hongos.
- Resistencias.
Las bacterias intentan hacerse resistentes rápidamente a los antibióticos,
y la administración continua o repetida de antibióticos para enfermedades
menores favorece la aparición de estas resistencias.
- Toxicidad. Los
antibióticos pueden dañar los riñones, el hígado y el sistema nervioso, y
producir todo tipo de alteraciones en los glóbulos de la sangre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario